EL AFRONTAMIENTO Cada persona tiene un patrón habitual de enfrentarse a los problemas, lo que llamamos un estilo de afrontamiento. El estilo activo y pasivo que se explicarán a continuación, son complementarios, es decir, ninguno es mejor que el otro por definición, sino que dependiendo del problema puede ser más útil utilizar uno de ellos. Lo importante, por lo tanto, será aprender a seleccionar el estilo de afrontamiento correcto.
QUIERO DESTACAR ESTOS 3 ESTILOS DE AFRONTAMIENTO:
EN EL AFRONTAMIENTO ACTIVO O CENTRADO EN EL PROBLEMA
La persona emplea acciones directas que van dirigidas a alterar la situación problemática y minimizar las consecuencias negativas. Las estrategias psicológicas concretas utilizadas por estas personas pueden ser: buscar información sobre el problema, visualizar las diferentes opciones de solución que existen evaluando cuál puede ser la más efectiva, planificar la estrategia de acción, organizar cómo llevar a cabo los distintos pasos que conducen a la solución, buscar apoyo en otras personas para que le den información, lo aconsejen, le presten ayuda económica, etc.
EL AFRONTAMIENTO PASIVO O CENTRADO EN LA EMOCIÓN
Pretende regular las consecuencias emocionales negativas del problema, intentando aminorar su impacto. Las estrategias psicológicas concretas utilizadas en este estilo de afrontamiento son buscar apoyo emocional en amigos y familiares (empatía, comprensión), desahogarse, rezar, buscar el lado positivo del problema (¿Qué puedo aprender?), aceptación del problema, etc.
EL AFRONTAMIENTO DE EVITACIÓN
Se refiere a evitar el problema no pensando en él, esperar que el problema se resuelva por sí mismo, atribuir el error a otra persona, distraerse con otras actividades para evitar pensar en el problema, etc., Las estrategias psicológicas específicas de este tipo de afrontamiento son la negación (no ha sucedido nada), evitación de actividades que les recuerde al problema, poner excusas, consumo de sustancias, utilizar el humor para intentar quitarle importancia a la situación.
Es en la mayoría de los casos un estilo de afrontamiento desadaptativo pues impide poner en marcha estrategias (activas y/o pasivas) para hacer frente al problema.
CUANDO UTILIZAR LAS ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
El estilo de afrontamiento activo Es más útil en aquellas situaciones en las que la solución está bajo nuestro control, por ejemplo, si tenemos una empresa y los problemas económicos nos están ahogando podemos preguntarnos ¿Qué puedo hacer para tener más ingresos? ¿Incluyo un nuevo producto? ¿Qué gastos puedo reducir? ¿Es factible invertir en publicidad? ¿Y si pido un crédito? ¿Lo podré pagar?… y al final de un sinfín de preguntas de este tipo, habremos obtenido un plan de acción para hacer reflotar nuestra empresa. Quizás funcione o quizás no, pero al menos lo habremos intentado.
El estilo de afrontamiento pasivo o centrado en la emoción Es útil con aquellos problemas que escapan de nuestro control, por ejemplo, la Separaciones, Duelos. En este caso, de nada sirve preguntarse qué podríamos haber hecho para evitarlo puesto que ya nada podemos hacer, lo más recomendable por tanto es aceptar que no volveremos a ver a esta persona, pensar que la vida sigue adelante y que sigue habiendo cosas por las que luchar.
Adriana Insuasty
Psicologa profesional
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